La Izquierda y la Libertad
Por THOMAS SOWELL
La mayoría de la gente de la izquierda no se oponen a la libertad. Ellos sólo están a favor de cosas que son incompatibles con la libertad.
En última instancia, la libertad significa el derecho de otras personas a hacer cosas que uno no aprueba. Los Nazis eran libres de ser nazis bajo el régimen de Hitler. Es sólo cuando se es capaz de hacer cosas que otras personas no aprueban que usted es libre.
Uno de los más inocentes ejemplos de la imposición de la visión de la izquierda sobre los demás, es el requisito exigido por los comités de admisión de escuelas y universidades de que los estudiantes deban hacer "servicio comunitario."
Existen grandes escuelas en todo el país en las cuales usted no podría graduarse y colegios donde su solicitud de admisión no serían aceptadas, a menos que usted haya participado en actividades arbitrariamente definidas como "servicio a la comunidad."
La arrogancia de planificar y dirigir el tiempo de los jóvenes, en lugar de dejar que ellos y sus padres decidan por sí mismos cómo utilizar ese tiempo, sólo es superado por la arrogancia de imponer sus propias nociones de lo que es o no un servicio a la comunidad.
El trabajo en un hogar refugio es ampliamente considerado como "servicio a la comunidad" — como si ayudar e instigar a la vagancia es necesariamente un servicio, en lugar de un flaco servicio a la comunidad. ¿Se encuentra mejor una comunidad con un mayor número de personas que no trabajan, que deambulan por las calles, que agreden a las personas en las aceras, orinan en la calle, o dejan las jeringas que usaron para drogarse en los parques donde juegan los niños?
Esto es sólo una de las formas en que la entrega de diversos tipos de beneficios a personas que no han sido responsables de si mismos, rompe la conexión entre la productividad y la recompensa (o beneficio), en la medida en que se trate.
Sin embargo, esta conexión sigue siendo tan inquebrantable como siempre para la sociedad en su conjunto. Usted puede hacer nada un "derecho" para los individuos y grupos, pero no es un derecho para la sociedad en su conjunto, ni siquiera alimentos o vivienda, los cuales tienen que ser producidos por el trabajo de alguien o no existirían.
"Derechos" para algunas personas significa que está obligando a otras personas a trabajar en su beneficio. Es como si pusiera una calcomanía en su parachoques que dijera: "Trabaje duro. El bienestar de millones de personas depende de usted" (Work harder. Millions of people on welfare are depending on you).
El problema fundamental, sin embargo, no son las actividades que los estudiantes están obligados a participar con el título de "servicio a la comunidad." La cuestión fundamental es: ¿Quién califica a los maestros y los miembros de los comités de admisión universitaria para definir lo que es bueno para la sociedad en su conjunto, o incluso en el caso de los estudiantes sobre los que imponen sus nociones arbitrarias? ¿Qué experiencia tienen que justifica disponer de la libertad de otras personas?
¿Qué es lo que muestran sus imposiciones arbitrarias, salvo que los tontos corren donde los ángeles temerían pisar?
¿Qué lecciones hacen llegar los estudiantes, salvo la sumisión a un poder arbitrario?
Supuestamente, los estudiantes deben adquirir un sentido de compasión a través del servicio a los demás. Pero todo depende de quién defina compasión. En la práctica, esto significa obligar a los estudiantes a someterse a una experiencia de adoctrinamiento en la visión del mundo de la izquierda.
Estoy seguro que aquellos que están de acuerdo con el "servicio comunitario" entenderían mejor los principios de estas objeciones, si este servicio fuera de tipo militar.
De hecho, muchos de los que promueven "el servicio a la comunidad" obligatorio, estarían en contra de la formación militar voluntaria en las escuelas secundarias o universidades, aunque muchas personas piensen respecto del adiestramiento militar que sería una mejor contribución a la sociedad que la alimentación de las personas que se niegan a trabajar.
En otras palabras, la gente de la izquierda quiere que el derecho a imponer su idea de lo que es bueno para la sociedad a otros — un derecho que niega con vehemencia a aquellos cuya idea de lo que es bueno para la sociedad difiere de la suya propia.
La esencia del fanatismo es negar a otros los derechos que se demandan para uno mismo. Esa intolerancia es intrínsecamente incompatible con la libertad.
Muchos miembros de la izquierda se sorprenderían de ser considerados contrarios a la libertad.
Aclárate. Publicado: 11-FEB-2010.