El depotismo se vale del silencio de la prensa
Por ZENAIR BRITO CABALLERO
A los autócratas o aprendices a tiranos les obsesiona atacar a la prensa libre, con el fin de que no existan voces que descubran y difundan sus atropellos, por eso los medios independientes sufren persecuciones, atentados, prohibiciones y en no raras ocasiones, hasta la muerte.
Una de las principales características del absolutismo es, precisamente, la que demuestra hostilidad a la madre de todas las libertades. En las mazmorras de los déspotas han perecido o sufren las peores humillaciones periodistas, escritores y más intelectuales, que no queman incienso ante el altar de los esclavistas y, de manera digna y ejemplar, combaten los desafueros de los autócratas, a pesar de los riesgos que la valiente actitud conlleva.
El máximo objetivo de esos gobernantes, intolerantes y temidos, es silenciar a la prensa televisiva o escrita pluralista, a objeto de que impere solamente la de una sola vía, la que pertenece al sátrapa y muy especialmente en épocas de votaciones.
En el Fascismo y el Stalinismo se perpetraron las mayores aberraciones en contra de los derechos humanos. Lamentablemente, tan execrables precedentes siguen vigentes en lugares donde se ha secuestrado la libertad y la democracia. Los seguidores del llamado Socialismo del Siglo XXI demuestran obstinación en desmedro de la prensa independiente. El clima hostil que, al respecto, se respira en los países donde esta corriente ha llegado al poder va creciendo a medida que el tiempo transcurre.
La Federación Internacional de Periodistas, que tiene su sede en Bruselas, acaba de rechazar enérgicamente los actos que se cometen en esta órbita, especialmente en Venezuela donde se ha emitido orden para que no se publiquen fotos ni redacciones de los actos de delincuencia como la muerte de venezolanos en las calles.
La medida represiva alcanzó primero a El Nacional, Tal Cual y a otros diarios regionales, por presentar la foto de cómo se encuentra la Morgue de Bello Monte en Caracas. Pero por la enérgica protesta de los medios, periodistas y los venezolanos que quieren ser informados, hubo un cierto recule y la sanción queda ahora solamente para El Nacional y Tal Cual.
Entre los últimos y repudiables sucesos, se anota, asimismo, las lamentables declaraciones de William Izarra y su burla en una entrevista en CNN y las del diputado Dugarte acusando a la oposición sobre lo que sucede con la delincuencia. Se añaden a estas vejaciones el lanzamiento hace varios meses de bombas incendiarias a las sedes de Últimas Noticias, El Mundo, Líder y Mañana.
A quienes no tenemos alma de siervos nos repugna lo que está aconteciendo en nuestra Venezuela y cada vez con creciente agresividad, a semejanza de la Cuba oprimida por los Castro, por más de medio siglo. En Nicaragua se pretende intimidar a los libres pensadores, bajo las directrices de ataques y provocaciones con la pretensión de ocultar la galopante corrupción e ineptitud que caracteriza a los sandinistas. En Bolivia se alienta la lucha de clases, junto a procederes que demuestran actitudes retrógradas. En Ecuador, para controlar a los medios se debate una ley conocida desde ya como mordaza, calificativo que lo revela todo. Argentina tampoco es la excepción en lo referente a premeditadas descalificaciones al periodismo no oficialista.
Cuando se produce el silencio de la prensa prevale el yugo del despotismo. Estemos alertas.
Aclárate. Publicado: 23-AGO-2010.
Brito Caballero es doctora en Psicología y Ciencias de la Educación, y es profesora jubilada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.