Un pedacito
Por BRICEIDA PERDOMO
En ruta desde Los Chagüaramos hacía la Plaza las Tres Gracias en Caracas, debajo del puente de la autopista Valle-Coche fácilmente se aprecian construidos una veintena de ranchos. Cuando se transita por encima de la autopista no se ve construcción alguna, pero si se pueden apreciar sus antenas de DirecTV instaladas entre los puentes de ambos sentidos del corredor vial.
"Esa comunidad tiene allí al menos 25 años," un pasajero del Metrobús dijo. Uno a uno se erigieron esos ranchos en ese pedacito de terreno a la margen del Río El Valle.
Ahora cada vez que transito por el sitio me recuerdo de Renny Ottolina. No tengo edad para conocerle, pero se de él por referencia de familiares y más recientemente por la Internet donde escuché su último programa de Radio Venezuela Despierta.
"Se habla de población marginal. ¿Qué es un margen? Acuérdense ustedes que un margen es un pedacito. ¿Se acuerdan del cuaderno; el colegio; el margen? Bueno el margen es un pedacito, la hoja ocupa todo el espacio. El margen de un periódico, un pedacito, el resto del periódico es un gran espacio,"explicaba Renny.
Para cualquiera que transite por ese pedacito de Los Chagüaramos le es inevitable escapar del mal olor de las aguas del río. Apesta, repugna. Sin embargo, es de meditar del cómo los habitantes de esa comunidad — y de toda Venezuela — se han acostumbrado a la pestilencia; a la insalubridad; a la marginalidad.
Eso le han enseñado más de medio siglo de Socialismo al venezolano, a que se conformen con lo más mínimo. Con lo marginal. Por eso es que aún hay gente que dice, "No importa, pero con Chávez me restreo" o "con los adecos y los copeyanos yo vivía mejor."
Se acostumbraron a, y se conforman con vivir en el margen, con un pedacito. Pobrecitos.
Aclárate. Publicado: 08-OCT-2009.
Perdomo es estudiante de filosofía en la Universidad Central de Venezuela.