¿Hasta cuándo la inseguridad?
Por ZENAIR BRITO CABALLERO
Con seguridad muchos de nosotros nos hemos dado cuenta el haber perdido las libertades individuales y sacrificamos también la intimidad, a la cual cada ser humano tiene derecho por ley natural y humana, en aras de la seguridad.
Qué seguridad, ni qué seguridad; el mundo entero está contagiado con ese sentimiento de vulnerabilidad propio de la sociedad del riesgo que identifica el mundo de hoy. Nadie se siente seguro en Venezuela, hay miedo.
El riesgo se ha convertido en un objeto cotidiano con el cual el venezolano ha aprendido a convivir. Ante esta realidad somos unas pobres víctimas, guiñapos humanos, siempre humillados por un inexistente orden social. De nada sirve pagar la seguridad con mayores tasas e impuestos que nos empobrecen más.
Los venezolanos soportan resignadamente molestias y humillantes pesquisas en terminales de transportes, aeropuertos, edificios públicos, privados, puntos de pago, lugares recreacionales, bancos, calles, avenidas, carreteras y vías públicas; ¿para qué? para nada; siempre los violentos, los delincuentes, los bandidos de oficio y bandas criminales salen airosos y ganando.
La existencia de éstos con esa conducta, se debe a la política socialista del gobierno ilimitado, es decir, el estado se ocupa de tantas cosas que no debe (inclusive de promulgar leyes de pacificación que dan pie a la impunidad), pero cuando se le presenta un verdadero problema como la inseguridad, algo de lo cual si se debe encargar, no lo hace. Si lo hace es a medias y mal.
El presupuesto nacional está destinado a tantas cosas que apenas queda algo para invertirlo en seguridad. Cuando un Gobierno es Limitado, un cuarto del presupuesto se dedica exclusivamente a la seguridad y es así como en muchos países del primer orden garantizan la seguridad de sus ciudadanos al máximo. Un ejemplo digno de mencionar es Holanda donde en el 2010 hubo comunidades que pudieron cerrar estaciones de policías enteras por tener más de una década sin crímenes que atender y además, siete penitenciarías fueron clausuradas por falta de reos.
Encima el venezolano ha tenido que acostumbrarse a que ninguno de los gobiernos socialistas desde 1958 han ofrecido una política capaz de confrontar el delito. El actual régimen menos, se hace de la vista gorda y emplea le violencia como política de Estado, mientrsa sus funcionarios ven los toros desde la barrera y piensan que a ellos no les va a tocar, pero se equivocan porque de la inseguridad ha llegado a extremos tales que de ella no se salva nadie.
Lo cierto es que por culpa del Socialismo estamos desprotegidos y expuestos a ser atacados por el propio hombre y por la naturaleza.
Aclárate. Publicado: 14-ENE-2011.
Brito Caballero es doctora en Psicología y Ciencias de la Educación, y es profesora jubilada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.