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Salida: Cinco reformas

Por ALBERTO MANSUETI

A continuación Aclárate ofrece extractos del libro Las leyes malas y el camino de salida del profesor Alberto Mansueti.

Cinco grandes reformas, para hacer de venezuela una República: Una nación libre, próspera, educada y sana. Para poner a nuestro país en el Primer Mundo, para entrar los venezolanos a la economía global del Siglo XXI sin traumas, y aprovechando sus ventajas, oportunidades y beneficios:

• Reforma del Estado y los Gobiernos.

• De la economía.

• De la educación.

• De la atención médica.

• De las jubilaciones y pensiones.

Las dos primeras para tener seguridad y justicia, y expandir la economía, multiplicando varias veces la producción y los empleos, y nuestros ingresos reales y poder de compra. Y las tres restantes, para tener mejor educación, medicina y previsión social. A fin de que todos ganemos más y vivamos mejor.

Las cinco reformas

• Del Estado y los Gobiernos

Para quitar al Estado de fines, misiones y cometidos más allá de su naturaleza, reduciendo drásticamente:

— La injustificada presencia estatal en lo que es privado por naturaleza.

— La atribución de excesivos poderes y competencias a los Gobiernos, con la consiguiente e inevitable corrupción, las dilaciones y el papeleo.

— El creciente volumen del gasto estatal.

— Los numerosos y elevados impuestos.

— La inflación del dinero y consiguiente carestía.

— El endeudamiento público.

Y para centrarle en:

— Seguridad contra el robo y la violencia.

— Justicia imparcial, expedita y honesta, represiva para los autores de los crímenes pero resarcitoria o compensatoria para las víctimas, hoy olvidadas.

— Obras públicas para comunicar mercados, negocios y actividades productivas.

Un Estado fuerte pero limitado, y descentralizado o federal, será eficiente en sus funciones. La corrupción no va a desaparecer, pero será reducida. Bajos impuestos, moneda sana y cero deuda pública se traducirán de inmediato en mayor poder de compra para todos. Con dinero fuerte en nuestros negocios, ingresos, cuentas y ahorros. Y sin gravar nuestro futuro, ni hipotecar el de nuestros hijos.

Esta reforma y la siguiente nos darán una economía de alto rendimiento, con empleos e ingresos sólidos. Podremos participar en las privatizaciones de empresas estatales, que no serán para crear o acrecentar monopolios privados, sino para capitalizarnos a todos con títulos-acciones. Y con un Gobierno respetuoso de la economía viviremos más solventes, y con menos trabajo y sacrificio. Eso también significa: más tiempo libre para dedicar a la familia, a la educación y capacitación, a la salud y al esparcimiento.

No tendremos igualdad de oportunidades, porque eso es imposible, dadas las desigualdades propias del nacimiento. Pero sin importar la posición de nacimiento, todos tendremos igualdad de derechos, con oportunidades mayores y mejores para todos; y eso es posible, factible y realizable.

• Economía

Para facilitar nuevos negocios y empresas, así como el crecimiento y desarrollo de las existentes y la expansión de sus mercados, y para crear nuevos empleos productivos y enriquecer los actuales:

— Desaparición de injustos privilegios que impiden, obstaculizan o encarecen indebidamente el acceso a los mercados y corredores de la agricultura y el comercio, la industria, los servicios y la banca.

— Eliminación de barreras contrarias a la movilidad de los factores productivos, que imposibilitan a capitales y recursos humanos cambiar de empleo o ramo para ajustarse flexiblemente y sin demoras a las demandas de mercados dinámicos.

— Desafectación de empresas, equipos, inmuebles y otros activos económicos ahora indebidamente en manos del sector público, y licitación para su pronta y transparente transferencia a los particulares.

— Derogación inmediata de leyes y decretos reglamentaristas que se traducen en injustificadas y costosas cargas.

Con estas dos reformas tendremos empresas competitivas, abundantes bienes y servicios, variados y de buena calidad, además a precios competitivos. Con mercados en firme y sostenida expansión, y con creciente poder adquisitivo, todos tendremos más empleos disponibles, más productivos, y mejor pagados.

• Educación

Para expandir la matrícula, y mejorar la calidad:

— Empoderar a los profesores y maestros mediante la dación en pago — por obligaciones pendientes — de los centros de enseñanza hoy estatales, para administrarlos en calidad de propietarios, cobrando por sus servicios, en libre y abierta competencia con los que son hoy privados.

— Empoderar a los alumnos más pobres con cupones para pagar con ellos en los centros educativos de su elección, en igualdad de derechos con sus compañeros.

— Eliminar las imposiciones estatales en los contenidos y programas educativos, así como en los métodos y estilos de enseñanza.

La calidad en la educación depende de la pluralidad y la diversidad, la competencia de ofertas variadas y la libertad de elección; que no hay bajo el rígido uniformismo que ahora se nos impone a todos. En una educación de mercado todo instituto docente es autónomo y experimental:

— Unos con la educación clásica, otros con pura tecnología moderna.

— Unos con valores cristianos, otros con su religión diferente, o con el humanismo secular para quien lo quiera, pero no pagado con impuestos, ni de forma impuesta.

— Unos con una educación más práctica, otros más especulativa.

— Unos con ciencias, otros con artes o letras.

— Unos con fútbol, otros con béisbol.

— Estos con inglés o francés, aquellos con japonés o chino, hebreo, griego o latín.

Y los estudiantes pagando todos por su educación, sin diferencias, salvo que unos pagan con su dinero y otros con sus bonos educativos.

• Atención médica

Con igual modelo, para expandir la cobertura y aumentar la calidad y excelencia de la atención y cuidados médicos:

— Empoderar a los doctores, enfermeras y personal de hospitales y centros médicos hoy estatales, mediante la dación en pago de los mismos — liquidando deudas pendientes — para que puedan gerenciarlos y administrarlos como propietarios, cobrando por sus servicios, en competencia con los centros hoy privados.

— Empoderar a los pacientes más pobres con cupones, para pagar con ellos en los centros de su elección, en igualdad de derechos con todos los demás.

— Eliminar las innecesarias imposiciones estatales en la prevención y el tratamiento de las enfermedades.

Se acaban las odiosas discriminaciones entre pobres y ricos en los servicios. Para los más pobres se acaban los largos meses en espera de conseguir por lástima una cita o una cirugía. Para los menos pobres se acaban los dolores de cabeza y las crisis de nervios a la hora de pagar las cuentas.

• Jubilaciones y pensiones

Para expandir la cobertura y aumentar la cantidad y calidad de las prestaciones:

— Empoderar a los gerentes, administrativos y personal profesional del IGSS con la dación en pago (por obligaciones pendientes) de los inmuebles, equipos, activos e instalaciones, para que puedan administrarlos como propietarios, cobrando por sus servicios, y en justa competencia con el resto del sector.

— Empoderar a los asegurados más pobres con cupones para pagar las pólizas en los institutos de su elección.

— Eliminar las injustificadas imposiciones estatales en pólizas y negocios del seguros.

Se acaban las jubilaciones miserables, las demoras, las colas y largas esperas y dilaciones para cobrarlas. Con las tres reformas tendremos buenos servicios para todos, y económicos, a cargo de profesionales responsables. Y con cupones para los más pobres, no con promesas demagógicas.

Aclárate. Publicado: 27-OCT-2009.

Mansueti es Abogado y Licenciado en Ciencia Política.

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