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Otra marcha. Otra patada a la dignidad

Por JESÚS MIJARES

Ya se ven muestras de cómo ha comenzado el divorcio entre sociedad civil y los estudiantes. Al menos esas son las intensiones de los politiqueros de siempre. Los social-demócratas y los social-cristianos nos trajeron esta tragedia y ahora hacen lo imposible para que se quede eternamente en el poder.

La concentración en la plaza Brión de Chacaíto para la marcha hasta la cancillería convocada por los estudiantes fue algo patético. Una marcha convocada para las 9 a.m. y una hora exacta después, si habían concentradas en el lugar unas dos mil personas eran muchas. Más de una persona al ver aquello volvió a desaparecer por las mismas escaleras del metro por donde aparecieron.

Un ir y venir de gente con franelas de los distintos partidos políticos delataban ya lo que vendría después. Se respiraba una patraña en el ambiente.

Por lo menos esos son buenos momentos que utilizan los familiares de los prisioneros y perseguidos políticos para crear conciencia y despertar simpatía sobre sus casos particulares. Es triste por lo que tienen que pasar todos esos seres, no sólo la angustia de tener a un ser querido encarcelado o exiliado, sino que ademas por tener que aceptar la manipulación por parte de toda esa estirpe de ratas políticas. De izquierda todos por supuesto, porque desafortunadamente es lo único que hay.

Eran las 11 a.m. y la marcha intentaba arrancar. Un estudiante con megáfono en mano pedía a la gente colocarse detrás de la pancarta principal, la cual estaba en manos de unas 20 estudiantes de las diferentes universidades, todas vestidas con franelas de U.N.T., A.D., Copei, Podemos, A.B.P., P.J. entre otros. Nadie se movía. No podían. Ya era demasiado tarde, porque los partidos políticos habían convocado a su militancia a concentrarse no en la Plaza Brión como los estudiantes habían planeado, sino detrás del Centro Comercial Chacaíto donde habían pelotones de militantes de prácticamente de todas las toldas políticas. Cada una con su respectivo vehículo con parlantes a todo volumen y cada quien repartiendo pancartas, volantes y distintivos. Inmorales.

Fue imposible colocar a los estudiantes al frente de la marcha y no les quedó otra que iniciar la caminata con todo el hereje político por delante de ellos. No hubo manera.

Una escena irónica para no llamarlo de otra cosa, la protagonizaron unas mujeres camaradas de Bandera Roja quienes le gritaban obscenidades a los invasores de un edificio en las inmediaciones de la Avenida Solano, como que si ellas no fueran socialistas también. Dígame eso, de Bandera Roja, un grupo que aún está en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado Norteamericano. Por algo será, ¿verdad?

Cuando el grupo de los estudiantes viró a la altura del Edificio La Previsora se podía ver delante de ellos, batallones enteros de banderas de los distintos colores de cada partido político. Si por casualidad alguna persona estuviera en aquel lugar y veía venir la marcha, bien podría decir que aquella muchedumbre era de cualquiera de los partidos políticos menos de los estudiantes.

La sorpresa, (bueno ni tan sorpresa para quienes están ya acostumbrados a este tipo de maniobras sucias de los socialdemócratas), cuando la marcha llegó a la Plaza Morelos no pudo continuar. Peor aún, la información que corrió fue que temprano, en una reunión realizada en el Hotel Alba, el dirigente de U.N.T. Stalin González había negociado con representantes del régimen para que la marcha llegara hasta allí a espera de una comisión de la cancillería, quienes vendrían a recibir en ese lugar el documento que traían los estudiantes.

La marcha no era de González, ni mucho menos de U.N.T., ni de ningún partido político. Si ellos hubiesen sido los convocantes, de seguro mucho menos personas hubiesen participado. No es ningún misterio que los partidos políticos y sus agentes ya no convocan.

Una cosa es atender a un llamado para apoyar y otra cosa es robar el protagonismo. Duele decirlo, pero razón tenía Cilia Flores cuando recientemente dijo que los partidos políticos estaban usando a los estudiantes, porque ellos [los partidos] ya no tenían convocatoria.

Más triste es que los estudiantes se estén unos dejando manipular y otros prestando para la manipulación. Ya de por si a los estudiantes les toca ir a salones de clase tomados por el Socialismo por décadas y encima, ahora los moribundos partidos social-demócratas y social-cristianos están detrás de ellos. Estos chamos tienen que avisparse antes de que su consigna se convierta en:

¿Quiénes somos,?
Infiltrados,
¿Qué queremos,?
Figurar.

Aclárate. Publicado: 03-OCT-2009.

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