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Nada de positivo

Por FRANCO FONTANA

La teoría de la invasión de Cristóbal Colón a América no es otra cosa que un típico y muy rayado resentimiento del Positivismo.

Para los tiempos de Colón, España estaba envuelto en un intercambio comercial con la India, donde los hindúes enviaban especies a la Península Ibérica a cambio de metales como el cobre. La ruta comercial era a través del Oriente Próximo, que comprendía un primer tramo navegado, luego todo era desembarcado y transportado a camello a través del desierto y finalmente al otro lado todo era vuelto embarcar hasta su destino final.

La operación se vio comprometida porque aparecieron piratas que atacaban las caravanas de camellos en el desierto para robarles la mercancía.

Cuando Colón se entrevistó en audiencia con los Reyes Católicos en el Palacio de la Al-Hambra en Granada, él solicitaba financiamiento para una expedición destinada a encontrar una ruta marítima directa hacia la India. El planteamiento de Colón desde luego implicaba algo descabellado para la época, como lo era eso de navegar hacia el occidente para encontrar un punto que era plenamente reconocido estar en el oriente. Los reyes no compraron el proyecto de buenas a primeras y no fue sino hasta luego de perder otros envíos en el desierto cuando la misma Reina Isabel la Católica empujó la decisión de financiar la expedición de Colón.

Ya todos sabemos que la expedición partió del Puerto de Palos en Huelva, España y que el 12 de octubre tocó tierra. Lo que no muchos saben es que a esa isla a la cual llegaron, en un principio pensaron que quedaba en la costa de la India.

Después de aquella expedición pionera hubo muchas más cuyos propósitos eran explorar hasta encontrar aquel lugar de la India donde desembarcaban el metal y cargaban las espécies. De hecho, es precisamente por eso que a los nativos encontrados en todos aquellos lugares se les bautizó indios.

Llegó hasta crearse en Sevilla el Archivo General de Indias que servía de registro a todas las expediciones subsecuentes y no fue sino hasta mucho tiempo después cuando viendo los mapas levantados, entre otras cosas, que pueden determinar que aquel lugar no era la India. Tuvieron que hasta rebautizar todo aquello como Indias Occidentales.

En cuanto a la culturalización y catequesis por parte de la Iglesia Católica, humanos al fin, nadie es perfecto. No fue sino hasta los actos conmemorativos para recibir el nuevo milenio cuando el Papa Juan Pablo II pronunció un Meas Culpa para reconocer y pedir públicamente perdón por varios errores de la Iglesia, incluyendo principalmente la Inquisición y los métodos de cristianización realizada en América en tiempos de la conquista.

La Iglesia no está dirigida por algo sublime sobrenatural sino que por el contrario siempre está en manos de humanos, por lo que de cuando en cuando cometerá errores. Eso está vigente hoy, como cuando el Cardenal Urosa Sabino llamó a votar en unos comicios en condiciones fraudulentas cuya única intensión eran legitimar al régimen. Entonces el Cardenal inclusive cohesionó cuando dijo que era una "falta grave" el no votar, porque "votar era un deber" cuando todos sabemos que votar es un derecho. Detrás de todo esto está la influencia del Positivismo y prueba de ello es la reunión Internacional Socialista-Iglesia realizada a principios del año en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Pero no por ello se debe dejar de reconocer las grandes contribuciones del Catolicismo en el mundo. Las mejores universidades y hospitales del mundo se han erigido a la sombra de catedrales.

El Positivismo en cambio ha producido los más sombríos episodios de muerte y miseria para toda la raza humana, masacres enteras como lo fueron los exterminios de millones judíos y católicos durante la Alemania socialista de Hitler; los millones de muertos en la Italia nacional socialista de Musoulini; los más de 300 millones de muertos causados por los regímenes socialistas de Rusia, China, Vietnam, Cambodia, Laos por mencionar algunos; los millones de muertos causados por el régimen socialista cubano en Latinoamérica y África.

En Venezuela misma la izquierda ha sido responsable de las muertes de miles de inocentes desde mediados del Siglo XX, desde la sangrienta guerra socialista de guerrillas de los 60, pasando por las masacres del Amparo, Yumare y Cantaura perpetrada por los gobiernos socialistas de la llamada era democrática, hasta el uso de la violencia como política de Estado implementado por el actual régimen del Socialismo del Siglo XXI.

El Positivismo es la teoría que sustenta al Socialismo. Es el pilar fundamental de la llamada Justicia Social. Lo contrario al Positivismo es el Derecho Natural, sustentado en los principios básicos del Cristianismo como establecido en los mandamientos — no robarás garantiza el Derecho a la propiedad privada y no matarás garantiza el derecho a la vida.

Todo aquel quien aspire a un verdadero cambio en Venezuela debe dejar atrás al Positivismo y por ende el modelo socialista implementado por más de medio siglo. Todos los socialismos, en cualquiera de sus vertientes, son malos por sus raíces positivistas. El modelo de la Libertad es la única alternativa a este modelo macabro que tiene sometido a los venezolanos y que le ha hecho tanto daño a la humanidad.

Aclárate. Publicado: 15-OCT-2010.

Fontana es abogado y columnista.

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