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Ante la aprobación de la Ley Orgánica de Educación

Por ZENAIR BRITO CABALLERO

Sin ser abogada, pero si Dra. en psicología, en ciencias de la educación y profesora titular universitaria durante muchos años, he leído y entendido, que en teoría constitucional se dice que la verdadera democracia funciona cuando La Constitución escrita está en consonancia con la que en realidad se ejecuta.

La democracia se convierte en pura palabrería, charlatanería, cuando quien detenta el poder como lo es en este régimen revolucionario socialista-comunista venezolano, lo ejerce contrariando los valores y principios constitucionales. Cuando las constituciones son creadas como fachada, es evidente que no corresponden a la realidad y a sus necesidades; no son diseñadas para funcionar realmente sino como símbolos y coartadas políticas legales.

El autor Armando Novoa, al comentar a Thomas Fleiner en su libro Desafíos para un nuevo constitucionalismo, expone que La Constitución puede ser “una pura expresión semántica detrás de la cual se devela una coartada o una especie de fachada que oculta la acción de otros poderes no siempre explícitos o visibles a los ciudadanos.”

Frente a la grave crisis que afronta Venezuela — la cual cada día será peor — tratando de imponernos a los venezolanos una Ley Orgánica de Educación socialista, aprobada por la Asamblea Nacional roja-rojita como un mandato del poder ejecutivo y refrendada por Chávez, lo antes dicho, es la sensación de impotencia que nos deja este régimen socialista-comunista y el Ministerio de Poder Popular para la Educación, y que ha merecido protestas y marchas en todas las ciudades del país, donde maestros, profesores, universidades, representantes y la sociedad civil han rechazado unánimemente.

Pregunto, ¿es que acaso esta Ley Orgánica de Educación bolivariana, socialista y robinsoniana es una simple reformita educativa? ¿eso no es nada? o es solo la manera del régimen socialista-comunista de imponernos a ultranza un adoctrinamiento ideológico socialista a nuestros muchachos, como ya lo afirmó Chávez cuando él mismo se preguntó en el programa dominical Alò Presidente, ¿estamos ideologizando? y el mismo se respondió “yes, si estamos ideologizando."

No sólo afirmó lo que tanto él como su régimen y el ministerio de educación en manos de los ministros Navarro y Acuña pretenden, ya que esto no ataca el fondo del problema, sino que más bien está encaminada a mantener el apoyo de las fulanas misiones educativas que se han declarado rojas-rojitas y las cuales carecen de calidad académica, porque simplemente son adoctrinadas con la cartilla anti-capitalista y anti-imperialista.

Seguramente, que si esos grupos rojos rojitos fueran lectores y conocedores de lo que es verdaderamente el Marxismo-Leninismo y se hubieran leído el Manifiesto Comunista y El Capital de Marx y la Ley de Educación cubana, ellos también estuvieran en contra de la mencionada Ley Orgánica de Educación socialista venezolana, el umbral se hubiera quedado en cero y la “fulana ley educativa” no se hubiera pretendido aplicar, no desde el mismo momento de la derrota sufrida por el régimen revolucionario con el NO sobre el SI, sino desde el mismo momento que se dio inicio a la protesta en contra de la formación del hombre nuevo de Ernesto Guevara (el Ché), por parte de maestros, profesores, representantes y de la sociedad civil.

Visto así, esta es otra forma de consolidar el poder de Chávez tratando de meter por debajo de cuerda, de contrabando y de manera tramposa esa Ley Orgánica de Educación socialista-comunista, que ya formaba parte del articulado de la derrotada reforma constitucional del comandante, bajo el ropaje de una “pseudodemocracia.” Pero aun así, la Ley Orgánica de Educación del régimen chavista se ha impuesto de facto, para que el poder ejecutivo y los dos ministros de Educación tomando todas las medidas pertinentes puedan garantizar la ideologización, el adoctrinamiento socialista-comunista de los actuales y futuros maestros, profesores, niños, adolescentes y jóvenes del país.

Ante un problema tan grave, de tanta envergadura, a Chávez, a su partido, a los ministros de educación les falta grandeza, nobleza, generosidad y solidaridad con un pueblo que reclama una actitud ética, una educación democrática, una educación con verdaderos valores morales y éticos, que demuestre verdaderamente el interés por una educación de calidad y excelencia para sus hijos e hijas, y no solamente por sus propios intereses egoístas y politiqueros.

De seguir así seremos rehenes de un estilo político socialista-comunista a la cubana, que nos tiene predestinados a que impotentes, los venezolanos asistamos a la desaparición de la poca educación democrática que aún nos queda.

Aclárate. Publicado: 24-AGO-2009.

Brito Caballero es doctora en Psicología y Ciencias de la Educación, y es profesora jubilada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.

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