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No es lo mismo: Capitalismo y Mercantilismo

El primer socialista

Por ALBERTO MANSUETI

Chávez y las izquierdas dicen que "Jesucristo fue el primer socialista” (de los Evangelios, se supone). Esa afirmación es falsa, y además imperdonable blasfemia; pero en su apoyo los socialistas acostumbran citar pasajes bíblicos fuera de contexto, que interpretan caprichosa y torcidamente.

Ejemplo típico es la historia de Zaqueo, en Lucas 18 y 19. Dicen los socialistas que Zaqueo fue un rico millonario a quien Jesús movió a repartir su riqueza con los pobres. Falso. Hay que leer bien: Zaqueo no era un agricultor o comerciante exitoso, sino un recaudador de impuestos, “publicano,” un parásito.

En el contexto judío de cultura anti-impuestos, los publicanos eran considerados como ladrones. La fortuna de Zaqueo no era suya, sino dinero de la gente, quitado por la fuerza. Jesús no le movía a “compartir su dinero,” sino a devolver a las personas sus impuestos.

El texto más citado es Marcos 10, sobre el joven rico.

Dice Jesús: “Más difícil que un camello pase por el ojo de la aguja es que un rico entre en el Reino de los Cielos.”

Cierto; pero hay que leer bien:

El “Ojo de la Aguja” era uno de los portales — un tanto pequeño — de entrada a Jerusalén, ciudad amurallada. Los camellos con sus fardos amarrados pasaban con dificultad. Entre los judíos la riqueza se tenía como confirmación divina de la observancia de la Ley, y por tanto de salvación personal, y el joven era un fiel observante. Pero Jesús enseña que la observancia de la Ley y las buenas obras no salvan: sólo Dios salva, y es por Gracia; antiquísimo artículo de la fe cristiana, explicado entre otros por el Apóstol Pablo, el Obispo Agustín de Hipona y Tomás de Aquino.

La sugerencia a desapegarse de los bienes terrenales no es un precepto moral ordinario. Es un consejo de perfección, para algunos, llamados a una pobreza voluntaria, no impuesta a todos por la fuerza del poder socialista. Bien entendido, el consejo es a renunciar a todos los “apegos”: a la riqueza, pero también al poder.

De todos modos, en ese pasaje se habla de salvación y de perfección, no de política. Muchos otros hablan de política; pero no enseñan Socialismo. Al contrario. Por ejemplo el primer socialista del Nuevo Testamento se describe en Juan 12. Allí Juan cuenta que una mujer le regaló al Salvador un finísimo perfume. Y se oyó la protesta típicamente socialista: “Un perfume de 300 denarios. Y con tantos pobres.” ¿Quien habló así? Dice Juan que el tesorero de la congregación, quien acostumbraba robar a escondidas, siendo el cuento hipócrita de los pobres su vulgar pretexto demagógico. Es la descripción del Socialismo. ¿Y quién fue aquel Tesorero? Pues Judas Iscariote, el primer socialista.

Cortesía de odlv.org. Publicado: 21-FEB-2007.

Mansueti es Abogado y Licenciado en Ciencia Política.

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