La represión
Por LUIS DANIEL ÁLVAREZ V.
"Ni siquiera el alimento es prioritario para los detenidos, según algún funcionario."
Más allá de la manera cruel como se reprime el derecho a disentir y manifestar, la preocupación surge cuando los familiares de los detenidos se aglomeran fuera de los centros y esperan, ante la falta del parte oficial, que alguno de los funcionarios que entra y sale del recinto, se compadezca e informe el estado en que se encuentran los incomunicados detenidos. A esto se suma que los que se encuentran privados de su libertad conviven en medio de irregulares condiciones de hacinamiento e higiene.
Ni siquiera el alimento es prioritario para los detenidos, al menos en voz de un funcionario que manifiesta que el dar alimento a los que se encuentran privados de libertad no es necesario, pues al fin y al cabo la gente puede aguantar muchas horas sin comer.
Hay también otro elemento que es necesario resaltar y es el relativo a los allanamientos. Las órdenes están firmadas y selladas como es debido, sólo falta llenarlas con los datos de la persona a la que se le está haciendo el procedimiento. Cabe acotar que a esta irregularidad, se añade el hecho de que el procedimiento no se realiza acorde a las más elementales normas de respeto a los derechos humanos.
Otra de las técnicas usadas es la de cortar la luz y el teléfono, para que las poblaciones no puedan manifestar y mostrar su repudio a ciertas acciones de gobierno.
Por supuesto que nos referimos a la obra Se Llamaba SN, en la que José Vicente Abreu narra de forma magistral la cara más oprobiosa de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, con la idea fundamental de que Venezuela conozca la historia y se niegue rotundamente a que la represión y el atropello a la disidencia vuelvan a ser las banderas de un régimen.
Cualquier similitud con la realidad, no es mera coincidencia.
Cortesía de El Universal. Publicado: 02-JUN-2007.