Más grande. | Más pequeño. | Haga clic aquí para escuchar este artículo.

Ahora Juan Bimba es el culpable

Por LIBARDO FERNÁNDEZ QUINTANA

Ja, ja, ja. La hilaridad cundía por todas partes, por donde quiera que pasaba o fuese se escuchaba esa delirante carcajada contagiosa que se propagaba a la misma velocidad que lo hacía la famosa gripe porcina y que nadie le encontraba la razón de ser, hasta que uno de los que la disfrutaba, al preguntarle a qué se debía tanta euforia, se dignó explicar el motivo de la misma y manifestó: Oiga, ¿cómo no va uno a morirse de la risa con todo lo que está sucediendo en este hermoso país de las mil maravillas?

¿Usted no se da cuenta que aquí vivimos en un mar de la felicidad, donde todo lo que acontece sólo es culpa de Juan Bimba y no de Misifú? Pues, mire amigo, usted debe saber que el problema de que los hospitales y módulos de Barrio Adentro estén atravesando una crisis, nunca antes vista y hayan fracasado, se debe a que el Juan Bimba se enferma demasiado y no debido al mal uso que hicieron los choros a quienes pusieron a administrar los recursos.

Usted no se da cuenta que, de acuerdo con Misifú, ahora es Juan Bimba el culpable del desastre en el sector eléctrico, por manirroto, despilfarrador y no producto de la desinversión del régimen, no obstante haber administrado el mayor flujo de recursos por la exportación del petróleo, de otros minerales y la recaudación de impuesto.

¿Usted no se da cuenta que, este Juan Bimba, tenía una gran deuda social con los países hermanos, principalmente con Cuba, Bolivia, Nicaragua, etc., a quienes debíamos solucionarles sus problemas de electricidad, vivienda, etc. en aras de esa gran solidaridad, aunque Juan Bimba muriese de hambre o sed?

¿Usted no se da cuenta de los miles de muertos que año tras año acontecen en el país? Como si estuviéramos en guerra. Miles de atracos y robos a los que el hampa tiene sometido a la sociedad; toda la inseguridad que se ha padecido es culpa, de acuerdo con Misifú, de un grupo de infiltrados en los cuerpos de seguridad. No por la falta de visión e implementación de mecanismos y procedimientos que puedan brindarle y garantizarle la vida al sufrido Juan Bimba, quien ahora es el culpable de todo y no Misifú.

Ahora es la clase trabajadora la culpable de la quiebra de las factorías, por querer ganar demasiado dinero, cuando es muy malo querer o ser rico, según Misifú.

Encima, para morirse de la risa, sólo faltaba que después de 11 años de estar gobernando, el flamante ministro de planificación y estratega de poner en marcha el desarrollo del país, descubra la importancia de aunar esfuerzos conjuntamente con el sector privado, cuando ha sido este sector quien desde hace años ha venido solicitándole a todos los representantes del Ejecutivo y principalmente a Misifú, la necesidad imperante de trabajar unidos por sacar al país de la crisis que se veía venir. Pero la ceguera y el apetito desmedido por querer implementar un sistema político arcaico, fracasado y en desuso por aquellos países que lo implementaron, no permitieron que esto ocurriese y pensaron tener la razón.

Hoy que se ven con la soga al cuello es cuando se han dado cuenta de la necesidad de ir de la mano con el sector privado, el que siempre ha sido el motor que ha impulsado el desarrollo de cualquier país y el que solo ha exigido reglas claras y garantías económicas para invertir sus recursos.

En fin amigo, no cree usted que hay razones suficientes para estar muriéndose de la risa por todo lo que está aconteciendo en este hermoso país. Quien diga lo contrario es porque está ciego o no quiere aceptar la realidad de las cosas, pues aquí, no hay inseguridad. Aquí usted consigue el alimento que quiere y a buen precio, no tiene que madrugar para comprar pollo en Mercal, para sacar pasaporte, para censarse en Inavi. Aquí no hay desempleo, el índice de pobreza crítica ha descendido como nunca antes, se construyen viviendas a granel para satisfacer la demanda existente. Aquí las empresas no carecen de nada y reportan grandes utilidades, es falso que tengamos la inflación más grande de Latinoamérica.

Ciudad Guayana jamás pensó que a este pobre y sufrido Juan Bimba lo culparan del desastre que está ocurriendo por falta de visión e inversión en sus compañías que tanto han aportado al país y que hoy producto de la mala administración ve con dolor el estado de postración en que se encuentran, por lo que exige de sus gobernantes mayor atención y solución a sus problemas, porque Guayana somos todos.

Aclárate. Publicado: 29-OCT-2009.

Fernández Quintana es presidente de Gente por Guayana, A.C.

PrincipalMisiónArtículosRespuestasAcláraTV net