Como venezolano preocupado por mi país quiero saber ¿qué puedo hacer para ayudar a salir de la crisis?
Es una responsabilidad de todo ciudadano aprenderse, difundir y aplicar todo a continuación:
Desencadenar la verdad
En el mundo sólo existen dos ideologías políticas: Izquierda y Derecha.
La Izquierda es Socialismo. La Derecha es Liberalismo.
En Venezuela todos los partidos políticos — oficialistas y de oposición — son de Izquierda y persiguen todos el Socialismo. Tigre no come tigre y los socialistas todos se arropan con la misma cobija. Por eso la mayoría de los venezolanos apenas atinan a decir que esto es lo mismo que antes o que todos son lo mismo.
El controlar la renta petrolera bajo el engaño de una vida mejor para los pobres a través del Socialismo ha sido la meta de todos los políticos y partidos de Izquierda de Venezuela — oficialistas y de oposición. Esta ha sido la razón por la cual en Venezuela por más de medio siglo no ha habido progreso.
Más de 50 años de Socialismo — 40 años de lo que llaman la cuarta y ahora 12 de lo que le dicen la quinta — sólo le han dejado al venezolano: Miseria; pérdidas de derechos y corrupción.
En Venezuela sólo ha habido una república y no ha sido interrumpida desde su concepción. Eso de cuarta, quinta y todo lo demás son puros cuentos de propaganda sin ninguna base política.
El pueblo venezolano no está polarizado como lo hacen creer. El pueblo venezolano está dividido en tres grupos. Aproximadamente en un 25 por ciento de oficialistas; otro 25 por ciento de opositores políticos; y una mayoría del 50 por ciento de opositores ciudadanos quienes obviamente no están de acuerdo con la gestión del régimen actual ni tampoco confían en la oposición política porque vienen siendo lo mismo.
En Venezuela nunca ha habido un gobierno de derecha. En Venezuela hoy no existen partidos políticos de derecha, sólo existen tres movimientos políticos de derecha: Movimiento Demócrata Liberal; Organización por la Democracia Liberal en Venezuela; y Rumbo Propio Para el Zulia.
Los gobiernos son sólo para cuatro cosas: Mantener el orden; garantizar la seguridad de sus ciudadanos; garantizar el respeto a La Constitución y el cumplimiento de las leyes; y la infraestructura — que en cada hogar por más remoto que se encuentre, haya agua, luz, gas, cañerías las 24 horas del día, que le recojan la basura todos los días, que todos los ciudadanos cuenten con una red de salud pública adecuada, etc.
En Venezuela hay es estado de deshecho, no de derecho y es por eso que no hay garantía a no hay una solución electoral a la crisis. Sería como pretender que saliera el Sol a media noche. Se debe dejar de engañar al pueblo con la ilusión de unas elecciones que no eligen sino que ratifican.
Solución a las confusiones ideológicas: Cada ciudadano es libre de seguir, sipatizar o militar con el político y partido que prefiera, pero cada ciudadano es responsable de saber si ese político o partido han declarado públicamente si pertencen a la izquierda o a la derecha. Inclusive hasta aquellos que se hacen llamar independientes deben claramente establecer si pertenecen a la izquierda o la derecha. No existe tal cosa como centro (es de noche o es de día). Se hace necesario tener en cuenta que por alguna razón tradicionalmente los partidos de izquierda siempre tratarán de esconderlo o disfrazarlo.
Restablecer el orden
El pueblo debe entender que por más de 50 años han sido llevados a vivir en un Estado de Anomia (de desorden) el cual debe ser corregido, pero de inmediato.
Anomia es desobedecer las leyes, reglas o normas sociales.
El fenómeno social conocido como la Anomia, fue contemplado por Karl Marx para ser usada de alguna forma, pero no vivió lo suficiente como para sugerir su uso. No fue sino Lenin quien lo desengaveta, lo perfecciona y lo pone en práctica. Consiste en llevar a todos a un estado de desorden.
Por supuesto que la anomia es algo a lo cual la izquierda ha sometido a los venezolanos y básicamente es el causante de todo el desorden que vemos en todos lados.
Bástase que algo esté o meramente se vea en orden para que el régimen le meta la mano. Si los estudiantes se organizan, entonces hay que echarles gas del bueno, por ejemplo.
Parte de la anomia incluye la guerra contra el conocimiento — lo ideal para el proceso es que el ciudadano permanezca bruto. Bien lo decía Mao Tse-tung, quien encabezara la Revolución Comunista en China, que un pueblo bien educado era lo más dañino para su proceso revolucionario y que la ignorancia del pueblo — en especial las bases y el campesinado porque constituyen la mayoría — era esencial para el proceso.
El primer paso y para muchos quizás la forma más sencilla de combatir la anomia es acercándose a la religión — las religiones requieren que se cumpla con la Ley de Dios y que los fieles cumplan con los valores morales. Es precisamente por esto que el Comunismo se hace ateo.
El gran reto de cada quien es educarse a sí mismo y luego educar a todos en tú entorno — familia y amigos acerca el sentido común, civismo, normas morales y virtudes religiosas. Cada ciudadano debe estar preparado para contestar todas las preguntas básicas que le hagan al respecto y en todo momento, con determinación y perseverancia, debe convertirse en ejemplo viviente.
Todos los días cada quien debe retarse a si mismo a como llegar a ser más honestos, responsables, amistosos, respetuosos, caritativos, solidarios y comprometidos.
De la crisis en la cual se vive en Venezuela, la anomia es el factor más difícil de corregir. De hecho será la más larga y tediosa de las batallas a librar. Los malos hábitos toman tiempo corregirlos, pero afortunadamente, si se pueden corregir y los venezolanos van a triunfar en esto como lo han hecho en muchos otros lugares.
Grupos cívicos
El Papa Juan Pablo II fue revolucionario por su rol protagónico en la Revolución de Solidaridad que derrocó al Comunismo en Polonia y eventualmente en toda Europa Oriental. Sin él lo más probable es que el fin del Totalitarismo en Europa no hubiese sido pacífico.
Bajo el lema “No podrá haber libertad sin solidaridad” la Revolución de Solidaridad consistió en un ejercicio pleno de auto-organización cívica, donde miles de voluntarios se encargaron de la logística y de la seguridad.
“Nosotros somos mayoría. Nosotros no somos disidentes del gobierno, al contrario el gobierno es disidente del Estado,” le decía el Papa Juan Pablo II a los polacos durante la Revolución de Solidaridad.
El Papa Juan Pablo II le dejó al mundo su Movimiento de Solidaridad. Cada ciudadano debe ser líder y todos juntos deben auto-organizarse cívicamente para derrotar al Totalitarismo.
Se hace esencial el crear grupos cívicos en cada comunidad, conformando una red nacional donde todos se apoyen entre sí para los problemas comunes. Los participantes de estos grupos cívicos deben encontrar consenso o puntos donde todos coincidan. El Movimiento Estudiantil se hizo fuerte porque había mucho consenso — en casi cada hogar de Venezuela hay al menos un estudiante.
En Polonia igualmente había mucha desorganización y cada quien tenía su opinión, por lo cual habían millones de ideas algunas mejores que otras, pero ninguna lograba el consenso. El punto de coincidencia fue Dios, la religión.
El Catolicismo es un importante punto de consenso en los venezolanos y es por eso que Chávez se ensaña contra la Iglesia, porque le teme a que esta logre el consenso.
En el país, actualmente la única iniciativa efectiva en la creación de grupos cívicos la está llevando a cabo el Movimiento Demócrata Liberal.
