¿No se debe repartir la riqueza según las necesidades individuales?
No. Esa es la consecuencia de interpretar la sensibilidad social como la distribución de la riqueza exclusivamente en base a las necesidades humanas sin discriminación alguna y sobre todo, sin esperar ningún retorno de la inversión. Se trata de aquel tan traqueado concepto de "no le regales un pez al hombre, sino enséñalo a pescar" o el de "comida para hoy, hambre para mañana."
Adaptación del suplemento Una Mirada Rápida al Socialismo del Siglo XXI, Por ERNESTO GARCÍA MAC GREGOR, publicado por el diario La Verdad (12-NOV-2007), Maracaibo, Estado Zulia.