Los estudiantes Julio César Rivas del grupo Javú y Ángel Arellano del comité de huelguistas, sostuvieron una conversación con Santiago A. Cantón, Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos, donde acordaron que éste último les haría saber la respuesta del Secretario General José Miguel Insulza, a las exigencias de los estudiantes en huelga de hambre.
Mientras Rivas esperaba la respuesta de Insulza, los estudiantes Rebeca Rojas, Pedro Marcano, Juan Marcano, Roderick Navarro, Robert Patiño, Rafael Rojas y Carlos Paparoni, conjuntamente con el dirigente Juan Carlos Apitz conformaron un grupo que se encargarían de hacer las exigencias ante la O.E.A. Nadie explica cómo Rafael Rojas quien no era participante de la huelga, ni Patiño con tan sólo horas de haberse sumado a ella, llegaron a formar parte de lo que ahora se conoce como Grupetín de los Siete.
Este grupo, sin consultar con los estudiantes que estaban en la carpa y bailándose a Rivas, decidieron enviar una cartica a Cantón, redactada por Apitz (quien aparace mucho en las pantallas de Globovisión), solicitando una reunión en Washington D.C. con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Apitz, muy temprano esa mañana había declarado en televisión que la huelga debía acabarse. Esa misma mañana llegaron los partidos (nunca faltan) — Tomás Guanipa por Primero Justicia; Omar Barbosa (caimán con sueño) y Delsa Solorzano (labios de botox) por Un Nuevo Tiempo (U.N.T.). En oposición a Antonio Ledezma de Alianza Bravo Pueblo (A.B.P.), habían decidido levantar la huelga de hambre, en connivencia con un empresario de televisión.
Rivas al no recibir la llamada de Cantón, le llamó directamente y éste le comunicó que ya se había acordado con un grupo de estudiantes levantar la huelga.
Extrañado por todo aquello, Rivas colándose por el estacionamiento subió a la oficina de la O.E.A. y allí encontró infraganti tranzádose al Grupetín de los Siete conjuntamente con Apitz. Obviamente con más experiencia que los otros en el arte de la negociación y "sin pelos en la lengua" Apitz le dice: "Julio, si quieres te incluímos en la comitiva que viaja a Washington, no te preocupes por los gastos que eso lo arreglamos. Esa es una ciudad maravillosa. Te va a gustar."
Rivas le respondió que no aceptaba formar parte de tal comisión y les recordó que estaban actuando a espaldas de 160 estudiantes participantes en huelgas de hambres por todo el país. Rivas también aprovechó para recordarles que el comité de huelguistas dentro de la carpa frente a la O.E.A., había decidido no hacer ningún anuncio hasta que se lograra la excarcelación de otros prisioneros políticos que incluían: Al Prefecto de Caracas Richard Blanco, al "Maraco" y los 11 trabajadores de la Alcaldía Metropolitana.
No obstante, el Grupetín de los Siete prácticamente arroyaron a Rivas para bajar hasta la carpa de huelguistas y sin consultar con nadie, hicieron el anuncio frente a las cámaras de televisión disponibles en el lugar. De allí, los dimes y diretes que se vieron en cámara y la cara de poema de Rivas durante el anuncio.
Pero hubo más. Estos mismo estudiantes justicieros amenazaron de golpear a Gonzalo Himiob y a Alfredo Romero si se acercaban al sitio donde estaban haciendo el anuncio. Usaron el pretexto de que los abogados, Himiob, Romero y Tamara Sujú escondían información a los estudiantes y por eso les amenazaron diciéndoles que les arrancarían los micrófonos si hablaban.
En la confusión uno de los estudiantes del comité de huelguistas sugirió hacer un reconocimiento a los abogados Himiob, Romero y Sujú, pero Solorzano de U.N.T. saltó diciendo un rotundo "no." Alegó que además de estos tres, habían muchos más abogados envueltos a quien agradecer, inclusive a ella misma y a muchos otros quienes no estaban allí.
Para lavarse las manos como Pilatos, Apitz y el Grupetín de los Siete argumentaron que Rivas no debía hablar en público dado a que se incorporó a la huelga de hambre mucho después y además no pertenecía a la expedición de oriente.
Sorprendido e impotente ante los eventos, Rivas decidió quedarse en huelga de hambre sólo en la carpa frente a la O.E.A., pero con el cuento de la unidad que maneja la oposición colaborista (pero con el régimen), lo persuadieron que no lo hiciera.
Es así como Rivas no se incorpora a la marcha a la cancillería y en cambio se movilizó para el Táchira con 40 estudiantes para integrarse a la huelga de hambre en esa región.