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¿Es la inflación un aumento general en los precios?

Por FRANK SHOSTAK

Hay una unanimidad casi completa entre economistas y diversos comentaristas en que la inflación es un aumento general en los precios de los bienes y servicios. A partir de esto se establece que cualquier cosa que contribuya a aumentar los precios pone en marcha la inflación. Una caída en el desempleo o un aumento en la actividad económica se ve como un generador potencial de inflación. Otros generadores, como los aumentos en los precios de las materias primas o en los salarios de los trabajadores, también se consideran como amenazas potenciales.

Si la inflación es sólo un aumento general en los precios como dice el pensamiento popular, entonces ¿por qué se considera como una mala noticia? ¿Qué tipo de daño produce?

Los economistas de la corriente principal mantienen que la inflación causa compras especulativas, lo que genera derroche. La inflación, mantienen, también erosiona las rentas reales de los pensionistas y gente de bajas rentas, y causa una mala asignación de recursos. La inflación, se dice, también socava el crecimiento económico real.

¿Por qué debería un aumento general en los precios perjudicar a algunos grupos de gente y no a otros? ¿O cómo lleva la inflación a la mala asignación de recursos? ¿Por qué debería un aumento general en los precios debilitar el crecimiento económico real? Asimismo, si la inflación se genera por diversos factores como el desempleo y la actividad económica, entonces sin duda es sólo un síntoma y por tanto no causa nada de esto.

Para averiguar qué es la inflación, tenemos que establecer su definición. Pero para establecer la definición de inflación, tenemos que establecer cómo apareció este fenómeno. Tenemos que remontarnos a su origen histórico.

La esencia de la inflación

La inflación se origina cuando el gobernante de un país, como un rey, fuerza a sus ciudadanos a darle todas sus monedas de oro bajo el pretexto de que una nueva moneda de oro va a reemplazar a la vieja. En el proceso, el rey falsificaría el contenido de las monedas de oro mezclándolas con algún otro metal y devolviendo monedas de oro diluido a los ciudadanos. Sobre esto, Rothbard escribió:

Lo más habitual es que el metal se fundiera y reacuñaran todas las monedas del reino, dando a los súbditos a cambio la misma cantidad de "libras" o "marcos", pero de menos peso. Las onzas sobrantes de oro o plata se las embolsaba el rey y las usaba para pagar sus gastos.

A causa de la dilución de las monedas de oro, el gobernante puede ahora acuñar un mayor número de monedas y embolsarse para su propio uso las monedas extra acuñadas. Lo que ahora pasaba por ser una moneda de oro puro era en realidad una moneda de oro diluido.

El aumento en el número de monedas producido por la dilución de las monedas de oro es inflación. Como resultado del aumento en el número de monedas que se disfrazan como monedas de oro puro, ahora suben los precios en términos de monedas (se intercambian más monedas por una cantidad dada de bienes).

Advirtamos que lo que tenemos aquí es una inflación de monedas, es decir, una expansión de monedas. Debido a la inflación, el gobernante puede realizar intercambios algo a cambio de nada (puede realizar una acción de desviar recursos de los ciudadanos a sí mismo). Advirtamos también que el aumento en los precios en términos de monedas se produce debido a la inflación de monedas. Observemos sin embargo que es el aumento en monedas producido por la dilución de las monedas de oro lo que permite aquí el desvío de recursos al gobernante y no un aumento en los precios como tal.

Bajo el patrón oro, la técnica de abusar del medio de intercambio se hizo mucho más sofisticada a través de la emisión de papel moneda no respaldado por oro. Por tanto, la inflación significa un aumento en el número de recibos de oro, porque los recibos que no están respaldados por oro quedan confundidos con los verdaderos representantes de la verdadera moneda, el oro.

El tenedor de recibos no respaldados puede ahora dedicarse a intercambiar nada por algo. Como consecuencia del aumento en el número de recibos (inflación de recibos) ahora tenemos asimismo un aumento general en los precios. Observemos que el aumento en los precios se produce aquí a causa del aumento en los recibos en papel que no están respaldados por oro. Asimismo, lo que tenemos es una situación en la que los emisores de recibos no respaldados en papel desvían bienes reales a sí mismos sin hacer ninguna contribución a la producción de bienes.

En el mundo moderno, el dinero ya no es oro, sino papel moneda: en este caso, la inflación es aumento en las existencias de papel moneda.

Observemos que no decimos, como dicen los monetaristas, que el aumento en la oferta monetaria cause inflación. Lo que decimos es que la inflación es el aumento en la oferta monetaria.

Advirtamos que los aumentos en la oferta monetaria ponen en marcha un intercambio de nada por algo. Desvían fondos reales de los generadores de riqueza hacia los tenedores del dinero recién creado. Esto es lo que pone en marcha la mala asignación de recursos, no los aumentos en los precios como tales.

Las rentas reales de los generadores de riqueza caen, no por los aumentos generales en los precios, sino por los aumentos en la oferta monetaria. Cuando se expande la moneda, es decir, se crea "de la nada", lo tenedores del dinero recién creado pueden desviar bienes a sí mismos sin hacer ninguna contribución a la producción de bienes.

Como consecuencia, los generadores de riqueza que han contribuido a la producción de bienes descubren que el poder adquisitivo de su dinero ha caído, porque ahora quedan menos bienes en total: no pueden ejercitar enteramente sus derechos sobre bienes finales, porque estos bienes no existen.

Una vez que los generadores de riqueza tienen menos recursos reales a su disposición, esto evidentemente va a dañar la formación de riqueza real. Como consecuencia, el crecimiento económico real se va a encontrar bajo presión. Los aumentos generales de precios, que siguen a los aumentos en la oferta monetaria, sólo apuntan a una erosión de la riqueza real. Sin embargo, los aumentos de los precios por sí mismos no causan esta erosión.

Igualmente es la inflación monetaria, y no el aumento en los precios, lo que erosiona las rentas reales de pensionistas y perceptores de rentas bajas. Por lo general, son los últimos receptores del dinero, siendo llamados a a menudo "grupos de renta fija".

Según Rothbard:

Sufridores particulares serán los que dependan de contratos en dinero fijo, contratos hechos en los días anteriores al aumento inflacionista en los precios. Beneficiarios de seguros de vida y rentistas, personas jubiladas que viven de pensiones, terratenientes con arrendamientos de largo plazo, bonistas y otros acreedores, los que tengan efectivo, todos sufrirán en peso de la inflación. Serán los que se vean "gravados".

aparecer inflación sin que cambien los precios?

En igualdad de condiciones, si para una existencia concreta de bienes se produce un aumento en la oferta monetaria, esto significaría que se va a intercambiar más dinero por una existencia concreta de bienes. Luego evidentemente el poder adquisitivo del dinero va a caer, es decir, los precios de los bienes van a aumentar (más dinero por unidad de un bien). En este caso, el aumento general de precios se asocia con la inflación, es decir, aumentos en papel moneda.

Pero consideremos ahora el siguiente caso: El ritmo de creación de dinero está en la misma línea del crecimiento de los bienes. Por consiguiente, los precios de los bienes no cambian de media. ¿Tenemos aquí inflación o no? Para la mayoría de los economistas, si un aumento en la oferta monetaria se corresponde exactamente con el aumento en la producción de bienes, esto está bien, porque no ha tenido lugar ningún aumento general de precios y por tanto no ha aparecido inflación. Creemos que esta forma de pensar es falsa: ha habido inflación, es decir, ha aumentado la oferta monetaria. El aumento no puede deshacerse con el correspondiente aumento en la producción de bienes y servicios.

Por ejemplo, una vez un rey ha creado más monedas de oro diluido que disfraza como monedas de oro puro es ahora capaz de intercambiar nada por algo independientemente del crecimiento de la producción de bienes. Independientemente de lo que esté haciendo la producción de bienes, el rey se dedica ahora a un intercambio de nada por algo, es decir, desviando recursos a sí mismo no pagando nada a cambio. El desvío es posible por el aumento en el número de monedas producido por la dilución de las monedas de oro, es decir, la inflación de monedas.

Puede aplicarse la misma lógica a la inflación de papel moneda. El intercambio de nada por algo que pone en marcha la expansión de dinero creado de la "nada" no puede deshacerse por un aumento en la producción de bienes. El aumento en la oferta monetaria (es decir, el aumento de la inflación) va a poner en marcha todos los efectos colaterales negativos que tiene la impresión de dinero, incluyendo la amenaza del ciclo de auge y declive, independientemente de aumento en la producción de bienes.

Según Rothbard:

El hecho de que los precios generales fueran más o menos estables durante la década de 1920 decía a la mayoría de los economistas que no había amenaza inflacionista y por tanto los acontecimientos de la gran depresión les pillaron completamente desprevenidos.

¿Causa inflación un aumento en el dinero metálico?

Supongamos ahora que en un patrón oro, a causa de un aumento en la producción de oro, ha aumentado la oferta de dinero (es decir, de oro). Consecuentemente, ha tenido lugar un aumento general en los precios de los bienes. ¿Deberíamos calificar este aumento como inflación? Según algunos estudiosos del patrón oro, un aumento en la oferta de oro genera distorsiones similares

Especial para Aclárate. Publicado: 24-AGO-2012.

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