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Respuesta a un compañero de la Armada

Por VA(r) MARIO IVÁN CARRATÚ MOLINA

"Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad." — José Martí

De: Mario Iván Carratú Molina

Para: CA. SFS.

Asunto: Un Problema estructural que se agrava

Gracias Fuentes por hacerme llegar tu corto, pero puntual análisis (visión coyuntural) de lo que se "cocina" con las Fuerzas Armadas y las posiciones políticas y no profesionales de quienes los comandan, observo además que la cuantiosa inversión en armas estratégicas, que no podrán ser equipadas y operadas por este tipo de profesionales pese a todos los cambios que hagan y los nombres que inventen.

Allí coincido contigo, el presente es incierto y el futuro inmediato poco confiable, con las variables que esgrimes, repito, no podrán conformar y articular un equipo de hombres que mantenga y opere las nuevas tecnologías que son adquiridas y mucho menos la demanda logística que es necesaria, en pocas palabras, “perdimos la capacidad militar para la defensa.”

Por otra parte, se borró del concepto militar lo institucional y se les convierte, quieran o no, en una guardia roja con tareas pretorianas, ergo cuerpo represivo del gobernante. (Aquí tengo mis dudas sobre la lealtad destruida y el profesionalismo individual y colectivo).

Nuestra experiencia y ejemplos en las especialidades que practicamos, es suficiente para pronosticar la realidad a corto y mediano plazo.

Si veo con mucha preocupación, el hecho es, que la culpa de todo lo pagarán las Fuerzas Armadas y sus hombres, nosotros los de antes y los de ahora, la matriz política que se incuba va dirigida a la institución militar, viejo objetivo de la "izquierda cavernícola," Vargas Llosa Álvaro dixit, que los generales y almirantes de ayer y de hoy creían desaparecidas dentro de la construcción de consensos y respeto a las instituciones.

Me pregunté siempre y ahora tengo claro:

¿Qué es el control civil, políticamente hablando, sobre la institución militar?

¿Es del Presidente exclusivamente?

¿Es del Parlamento?

¿Lo Posee y actúan los otros Poderes del Estado?

¿Son los partidos Políticos quienes lo ejercen?

¿O es de la Sociedad a través de sus representantes institucionales?

¿Cómo se manejó ese control en el pasado y como es ahora en la actualidad si es que existe?

¿Entonces continúo con mi pregunta, dónde está esto institucionalmente establecido y cómo es que se hace institucional?

Se suplantó el profesionalismo y el liderazgo militar por el “buenísmo criollo,” traducido en el viejo condicionamiento del "si señor." Los "yes, man," que ambos topamos en nuestro variado desempeño a lo largo de nuestra profesión.

Ese dilema no se ha resuelto y esta muy lejos que sea institucionalizado, lo que experimenté, no fue nada cerca de eso, en mis cortas conversaciones con el Presidente se lo planteaba. Sus respuestas: era parco y muy cortantes, percibía entonces, sin lugar a equívocos, que no le interesaba tocar ese tema con un militar, conmigo, quien era su Jefe de Casa Militar.

No había fluidez entre él y yo, por lo tanto, se me cayó el mito de la relación civil-militar.

Todo ello, hasta que irrumpieron los tanques en el palacio de Miraflores el 3 de febrero de 1992, cuando en baja voz me dijo, “Almirante tenía Ud. razón.” Le respondí, “muy tarde Presidente.”

Nuestra generación creyó que la pacificación había limado esas recesivas conductas e intenciones, mi paso por el Palacio de Miraflores me permitió conocer desde adentro la pobre relación civil-militar, el mito del control civil sobre lo militar, lo de apolíticos y la ausencia de Políticas de Estado Referentes a la Defensa.

Te puedo asegurar, que como Director del Instituto de Defensa (1992-1994) la busque hasta bajo las piedras, era penoso escuchar al Alto Mando Militar y a otro tanto de Generales y Almirantes intentando explicarme pamplinadas, (que pudo haber sido uno de nosotros).

Lo cierto es, que no existía — y ahora menos — un cuerpo de políticas públicas que definan nuestra estructura de Defensa y dentro de ella el trabajo institucional de las Fuerzas Armadas del Estado para la Seguridad y la Defensa.

Nosotros, me refiero a tú generación y la mía, (como promociones) nunca imaginamos esto, entonces, se vino el mundo encima, y se derrumbó la Institución Militar.

Nuestro problema hoy es la Institución, destrozada y humillados sus valores y principios filosóficos que la sustentan o debían sustentarla.

Considero, además, que con esos hombres que tú muy bien describes, inmaduros, mal formados e inyectados (por culillo o convicción) de la ideología comunista (guardia pretoriana del Líder Rojo) ninguna tecnología funcionará, sólo la orden de represión que espero no sea cumplida por los oficiales jóvenes, entre ellos, estos que están graduando prematuramente, posiblemente para llenar las plazas.

Fíjate lo contradictorio de una opinión aislada, en noviembre, antes de las elecciones, me encontré en una clínica a un General de División del Ejército, se me acercó y me saludo muy cortésmente, entre el saludo le pregunte:

¿Cómo se sentía y como veía la solución del país?

Me respondió, "mire almirante, nosotros somos institucionales y esperamos la respuesta del pueblo por medio del voto."

Le respondí, "así debe ser, pero, en un escenario de violencia generalizada por razones de carácter social, demandas no cumplidas, mentiras y corrupción entre otras cosas. ¿Qué piensas tú?"

Me dijo que algunos de ellos no harían nada, agregando que no consideraban ese escenario. Quedé en ascuas, no le comenté más y nos despedimos.

Primera y única consideración:

Las Fuerzas Armadas y el militar en altos cargos de planificación, inteligencia y comando, deben por Constitución defender a los ciudadanos. No existe otra planificación militar que no se defina a título de exclusividad, para defender al ciudadano, en este caso de grupos armados, cubanos y de otras nacionalidades que han actuado violentamente en otras latitudes: El Congo, Mozambique, Somalia, Cuba, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Colombia, Méjico, Guatemala y Venezuela (1962-1972 y ahora 1998-2008).

La realidad es muy compleja, no considero manejar todas las variables de naturaleza política que tengan impacto en lo militar, máxime en la actualidad, que en forma de ovillo enreda lo institucional con el Pretorianismo, lo ideológico con lo profesional, el control civil, la relación civil militar y el comando ejercido por las leyes de la república con las órdenes y conductas nada profesionales, más bien, como mercenarias obedientes a los caprichos pretorianos.

Finalmente:

¿Y qué de los magistrados y diputados, que asisten silentes a la destrucción de Venezuela?

Gracias
Saludos personales y navales
Dios y Patria

Feliz Navidad
Año 2009 de decisiones muy importantes
Mario Iván Carratú Molina

PD: Esta respuesta con tú permiso la puedes hacer pública, pues yo también lo haré.

Aclárate. Publicado: 29-DIC-2008.

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