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No estamos mal, estamos peor

Por JOSÉ RINCÓN

Uno escucha propuestas, cuyas diferencias son básicamente el actor y el partido el cual las llevará a cabo. Uno escucha promesas, que irónicamente la única diferencia es la gente a la cual se ha prometido. Uno escucha soluciones, las cuales ya se han aplicado en el pasado y nunca han funcionado. Entonces, ¿qué sigue?

Mientras que en distintos países la economía fluye o se obstruye, manteniendo un ritmo variable y en reflejo de las políticas económicas tomadas, en Venezuela yo no veo la misma suerte. En Venezuela, yo veo una economía invariable, donde el sector privado como el medio más viable para la producción cae al ritmo de políticas “justas y para el pueblo.” En Venezuela, no veo ánimo de cambio para unas políticas económicas que (me atrevo a decir) desde el auge petrolero solo han causado más miseria para quizás, el país más rico en recursos de América. En Venezuela, no veo una oposición ideológica que le haga frente a las medidas económicas del régimen, solo veo una oposición a la manera que se llevaron a cabo dichas medidas. En Venezuela, no le veo fe de vida ni al país ni al presidente.

Es en este tipo de situaciones donde el venezolano debe mostrar un ánimo de cambio, y no hablo de un cambio de presidente, sino de un cambio de sistema. Es en esta situación donde el venezolano debe interrogarse, aplicar la auto-crítica y darse cuenta que lo que le pasa a Venezuela no es muy distinto a lo que ha pasado en otros lugares del mundo. Es en esta situación del país donde son los hechos los que deben definir la realidad, y no la realidad la que defina los hechos. Si África es el continente con las civilizaciones más viejas, ¿por qué ellos no están tan desarrollados? Respuesta-pista: Socialismo.

Cuando observas a un político en Venezuela, sea de la calaña que sea, te darás cuenta de la imposición populista a la que se expone el individuo. Ellos hablan de un colectivo, de una mayoría, que la verdad ni siquiera existe. Ellos hablan de una fuerza laboral colectiva, que se traduce a mayor actividad del Estado en las actividades individuales que no le competen. Ellos hablan de justicia social, que de justo no tiene nada. El Estado cuando actúa en pro de una justicia social (o bien, el “Estado de bienestar”), es una manera indirecta de imponer sus manos en tus bolsillos. Sí, sus medidas ya sean mediante impuestos o expropiaciones le permitirán a Oscar disponer dos de los 10 que le quitaron a Luis. Como todo empresario, el Estado busca el beneficio propio, la gran diferencia entre el sector privado y el Estado, es que el sector privado garantiza la calidad y eficiencia en un ambiente de libre competencia. Por el contrario, el Estado te roba para repartir una equitativa cantidad de miseria. Por supuesto, el Estado siempre le bastará con brindar su servicio mísero, pero nunca garantizará su calidad.

No sé con quién o cuándo se salvará Venezuela de este desastre, solo sé que yo solo no lo lograré. Como dijo Ayn Rand: “Disponemos del arma más mortal y el amigo más invencible: La razón y la realidad.”

Aclárate. Publicado: 25-FEB-2013.

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