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El virus de los "Delitos Mediáticos"

Por ANDRÉS SIMÓN MORENO A.

Más mortal que el Ébola y más contagioso que el AH1N1, el virus de los delitos mediáticos contamina medio continente suramericano y se propaga con inesperada rapidez, convirtiéndose en pandemia social y fuerte amenaza contra la libertad de información. Nunca imaginó la fiscal general, una de las luisas del régimen, que su exabrupto, posteriormente renegado en la Asamblea Nacional, se convertiría con el transcurrir de los días (no de los suyos, sino de los cronológicos) en una enfermedad calamitosa, en una peste que ataca y destruye la primera línea de defensa de la Libertad de Expresión, la información, y que en tan poco tiempo desarrollaría focos de infección en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y más recientemente en Argentina.

Tal parece que la chequera que camina por América Latina es la que inocula el virus, y lo hace con una efectividad que asombra hasta a doña Luisa, porque aún antes de llegar a Bariloche para la cumbre de UNASUR, Madame Bótox manifestó la innegable patología del virus con los primeros síntomas de la enfermedad, pues la presidenta envió el jueves anterior al evento un proyecto al Congreso Argentino para reformar la Ley que regula el sistema de radio y televisión, con el peregrino argumento de que es necesario para evitar la formación de "monopolios mediáticos," versión kirchneriana del "latifundio mediático" de CháveZ. Sus argumentos iniciales son “copia fiel y exacta” de las razones esgrimidas por la fiscal general venezolana, "La libertad de expresión no puede convertirse en libertad de extorsión; libertad de prensa no puede ser confundida con la libertad de los propietarios de la prensa. Derecho a la información significa el derecho a toda la información y no el ocultamiento o la distorsión."

Y en la continuación de un libreto escrito al Norte del Río Orinoco, el oficialismo argentino intenta sancionar el virus como aquí se hiciera recientemente con la LOE, a troche y moche, apretando el acelerador "mesmo," antes de que las nuevas autoridades legislativas asuman el 10 de diciembre venidero, fecha en que los Kirchner perderán el control político en las dos Cámaras del Parlamento.

Ya se han levantado las voces de alarma. El Alcalde de Buenos Aires, Maurizio Macri, alertó sobre “los escenarios de tensión adicionales” que generará la aprobación de la “Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual” como engañosamente han disfrazado al virus por allá. También alertó de ello la diputada Silvana Guidici, quien tuvo la visión más acertada sobre el evento, "Mandan un proyecto importantísimo tres meses antes de perder la mayoría para asegurarse de que (la ley) salga y de que ya no existan más medios independientes que los controlen.”

Pero fue el legislador recientemente electo, Francisco de Narváez el que realizó el diagnóstico más acertado, “Se trata de un intento del kirchnerismo por controlar los medios, que es muy parecido a lo que hizoChávez en Venezuela."

Entre otras múltiples similitudes, el proyecto de ley argentina limita el número de licencias de radio y de televisión en manos de una misma persona, a una cantidad consolidada de no más de 10 y por un máximo de 10 años, con la obligación de reconfirmar la licencia de transmisión de cada medio, año a año, durante el período que se le asigne al solicitante.

Cuando uno observa que la pandemia del virus chavista infecta países y amenaza contaminar todo el continente, es imprescindible tener a mano la vacuna de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, particularmente el Artículo 19, que es la inoculación que recomienda la posología de la libertad, “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.”

Aclárate. Publicado: 30-AGO-2009.

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